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Sindicato de Trabajadores de Tragsatec

Cómo enviar un e-mail sin arriesgarse al despido

He encontrado este artículo que expone uno de los puntos que hay que tener siempre que escribimos un e-mail utilizando el correo de la empresa, si se quiere leer ir a la revista de Cinco Días. Hoy en día es casi impensable poder realizar nuestra labor profesional sin esta herramienta. Hoy tocamos un tema de seguridad importante y que hay que tener muy en cuenta, otro punto muy interesante es como redactar estos mensajes, pues no caemos muchas veces en cuenta que se trata de una canal de comunicación mucho más limitado que el oral y que siempre escribimos los mensajes con mucha celeridad, con lo que si no se tiene ciertas precauciones los mensajes pueden tener una interpretación no esperada.

El artículo que os he mencionado antes dice:

'Las personas deberían tener en cuenta que los correos electrónicos que escriben en el trabajo probablemente los está leyendo alguien en la empresa'

Usamos demasiado el correo electrónico y sin pensar. Lo cierto es que puede destrozar relaciones, llevar una empresa a pique y a nosotros, a juicio o a la cárcel'. Will Schwalbe, vicepresidente y editor jefe de Hyperion Books, aconseja reflexionar unos segundos antes de presionar la tecla de enviar en un correo electrónico, 'podemos mejorar nuestras vidas'. Pensar unos segundos y también valorar qué cuestiones no deberían tratarse por la herramienta básica de comunicación del siglo XXI: los mensajes que intercambiaron Ferrari y McLaren son un buen ejemplo.

Control de la empresa

Una de las cuestiones que los autores abordan es la relación entre determinados usos del correo electrónico y la productividad laboral y el creciente control por parte de las empresas. Para Schwalbe, los empleados de una gran empresa deberían tener en cuenta que probablemente la compañía dispone de equipos sofisticados para vigilar los mensajes que envía o recibe, no sólo para detectar si se trata de temas comprometidos o si el contenido es demasiado casual, simple o indefinido, también para comprobar un uso correcto. Los autores aconsejan no bromear con determinados temas: razas, origen nacional, género, orientación sexual, religión, estado civil o enfermedad mental.

'Las personas deberían tener en cuenta que los correos electrónicos que escriben en el trabajo probablemente los está leyendo alguien en la empresa', asegura Schwalbe. Porque escribir un correo electrónico no es tan sencillo como parece. Enviar no es un libro sobre cómo usar el correo electrónico, sino cómo nos relacionamos cuando lo utilizamos. Al apretar la tecla de enviar, sale el mensaje y con él los cotilleos, los enfados, las ambiciones. 'Hay versiones distintas de nosotros en el correo electrónico'. Por eso, Will Schwalbe ofrece un consejo: 'Envíate a ti mismo el mensaje y cuando veas en la pantalla lo que has escrito, lo envías'. Cuánto mejor es el correo electrónico que se envía, mejor es el que se recibe. Ésa debería ser la meta: menos y mejores correos electrónicos.Marisol PaulCinco Dias

 

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